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TEXTOS

Hombres de Luz

Texto para el libro "Los Invisibles. Hechos y cosas de los negros de Sevilla", de Jesús Cosano (2017)

 

 

  Jesús Cosano es una bombilla siempre encendida. Su mente, iluminada por dentro con ideas despiertas, le hace brillar por fuera desde lejos y, en la multitud, uno puede distinguirlo a la perfección pues el destello de su intención es tan limpio que su mirada dispara una luz que siempre llega más allá.

   Jesús es de lo que ya no hay. Pertenece a aquella estirpe de hombres de luz de esa Andalucía que quiere saber y desea ser cabal, que quiere conocerse y atravesar el espejo, asumiendo su historia al completo con toda su complejidad, buscando la verdad por más que se esconda en los rincones.  Lo conozco desde que yo era niño y desde entonces es uno de mis grandes superhéroes del cariño. Vinculado a mi familia por el lazo de la amistad, por ésa fuerza más potente que la genética que se genera en el cultivo del amor escogido, siempre sentí su presencia como una bendición. Su persona tiene un carácter de talismán necesario, de hombre que hace mejores a los demás. En estos últimos años compartimos una preciosa relación de estimulación mutua que nos demuestra, a cada paso, que no hay mejor regalo que poder dar.

   Su activismo cultural ya estaba detrás de aquellas citas que nos alimentaron de arte a los sevillanos que buscábamos en los primeros años 90 nuevas formas de sentir el calambre de una cultura viva y constructiva que supiera liberarnos de los fantasmas del pasado y nos ayudara a encarar el futuro desde esa alegría de vivir que da el aprender lo que no se sabe, el reconocer que el otro también eres tú, el descubrir que en la creatividad cruzada está el secreto de la vitalidad de las tradiciones. Así, su impulso fue fundamental en el surgimiento y desarrollo de ciclos tan enriquecedores para nuestra cultura como el Festival de Danza de Itálica, los conciertos de Jazz y de Flamenco en los teatros y las peñas de la provincia, los iniciáticos Encuentros de Son cubano y Flamenco, la Fundación CEIBA… Hoy sigue siendo, desde la posición de un hombre libre e independiente, un creador de razones que no descansa hasta que la verdad más escondida queda al descubierto. Alguien que quiere que las cosas lindas sucedan y dispone su fuerza para que lo bonito también tenga lugar en el mundo. Cuando las conexiones ya están hechas y los cables de la creatividad están encendidos, el brillo de su sonrisa lo dice todo: merece la pena vivir, ser, dar y recibir.

  El respeto por el conocimiento, esa cualidad tan antigua y tan valiosa, le impulsa desde siempre a querer buscar al otro lado la respuesta a lo que no nos han contado, haciéndonos visible un mundo desconocido que está bajo nuestros pies. La presencia negra en Andalucía, clave en todos los aspectos de nuestra cultura, ha sido siempre silenciada por el olvido más cerrado. Sólo los hombres de luz son capaces de iluminar los caminos de la memoria para que se abran las palabras, para que se conozca lo que parece que nunca existió tan sólo porque a fuerza de ocultarlo ya se hizo invisible. Con sus palabras, Jesús nos ayuda a que sepamos quiénes fuimos y, así, comprendamos mejor quiénes somos y empecemos a poder ser dueños del deseo de querer adivinar quiénes seremos.

  Este libro tan necesario enciende un mapa secreto en nuestras propias calles, recordándonos que la historia hay que saber leerla con más de cien ojos, que la mirada determina el descubrimiento y que la memoria está ahí para ser reactivada por el calambrazo de la emoción verdadera. Uniendo investigación y creatividad, con entrega y pasión, Jesús consigue que salga a la luz una parte de nuestro pasado que nunca debió quedar oscurecida por el olvido, recogiendo evidencias documentales claras y aportando nuevas rutas para el que quiera saber, contribuyendo de forma decisiva a visibilizar la existencia de una cultura afro-andaluza, destapando una realidad que no puede ni quiere esconderse más y abriendo una puerta, en las mentes despiertas, de aquellas que ya no se cierran más.

  Su palabra es certera, entera y verdadera, afinada y consecuente. Su conciencia es clarividente como la de los héroes, y su determinación en la multiplicación de la belleza no conoce límites, por éso siempre está del lado del arte y el arte está de su parte. Aquí, su discurso histórico, rescatando los restos perdidos de la memoria negra de Andalucía, se refuerza con la visualización de ese pasado escondido en obras gráficas que son llaves mágicas para el viaje imaginario hacia el descubrimiento del futuro.

  Desde la frontera de la sombra, sin hacerse notar y haciendo las cosas queriendo y de verdad, su persona es un faro en la tormenta que reactiva la esperanza, una luz que en la noche más oscura nos recuerda que nada está dormido por siempre.

  Tenemos mucho que agradecer a este ser inquieto, libre y sincero, hombre de luz, buscador, cariñoso y bueno.


Raúl Rodríguez. 

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